Carta del Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, al embajador de Chile

Buenos Aires, Enero de 2008.-

Señor Embajador
de la República de Chile
D. Luis María Aguirre
CIUDAD AUTONOMA DE BUENOS AIRES

De mi consideración:

A través de la presente quiero expresarle mi sentida preocupación por la difícil situación que está atravesando el Pueblo Mapuche en la hermana república de Chile.

Somos dos países hermanos con historias y problemas semejantes, que además tenemos el privilegio de contener en lo que hoy constituyen nuestros territorios, al Pueblo Mapuche, a uno y otro lado de la cordillera. Este Pueblo, como los tantos que habitan nuestros países y en general toda Abya Yala (América), han sobrevivido junto a sus culturas a pesar de las invasiones, militar primero, y la protagonizada por las corporaciones extranjeras que arrasan con nuestros recursos naturales, ahora.

Señor Embajador, no se puede privilegiar el interés financiero por sobre el humano y la autodeterminación de los Pueblos. No se puede considerar terroristas a quienes luchan por ejercer sus derechos; a quienes se resisten al avasallamiento de grandes empresas que invaden sus territorios y explotan sus recursos naturales en aras de un rápido enriquecimiento. El gobierno chileno no sólo no puede permitir, ni ser cómplice de fuerzas foráneas que avanzan por sobre el derecho de los milenarios pobladores, sino que mucho menos puede permitir que en aras de la seguridad se asesine a jóvenes mapuches o se permita morir de hambre ante justos reclamos.

Esperamos que la muerte del joven Matías Katrileo, sea la última y que de una vez por todas se proceda a la desmilitarización del Pueblo Mapuche y a la urgente derogación de la Ley Antiterrorista. Al mismo tiempo es imprescindible la ratificación del Convenio 169 de la OIT y de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.

Reciba usted mis saludos de Paz y Bien.

Adolfo Pérez Esquivel
Premio Nobel de la Paz

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