Nota de Opinión: INFAMIA DE CRIOLLOS BLANCOS EN BOLIVIA

Por: Augusto Caña Mamani “Sinshi Cahuide”

El racismo blanco, con etiqueta de prototipo criollo occidental, con mentalidad tribal y primitivista es la peste antagónica venida de Europa, es la maldición de siglos, es odio cerval de todos los tiempos y enfermedad del presente. Esta gleba parasitaria de la costra zoocrática divagante de Europa, con su espíritu de cuervos flagrantes y con su anquilosa mentalidad verticalita todavía impera en el hermano país altiplano de Bolivia.

El negro episodio de Sucre, acontecido el sábado 24 de mayo del 2008, donde más de veinte hermanos indígenas quechuas, con toda alevosía, según prensa internacional: “fueron desnudados de la cintura para arriba, donde discriminadamente fueron humillados y golpeados, tanto obligados a enarbolar la bandera blanca con la cruz de los tercios de España y con el emblema de los cruzados medievales. Violentados arrodillarse, besar el suelo y pedir perdón en voz alta: compelidos a vivar la 'ciudad de los cuatro nombres' y maldecir al MAS; mientras ensordecían los gritos de 'indios de mierda', 'llamas', 'desgraciados”

Ay de mí, ese discriminante racismo con odio cerval presente y vigente contra los hermanos indígenas de Bolivia; con su rostro hipocresía de criollo blanco (sectario y ladinista) practicada a la luz del día y con todo su descomunal odio. Frente a esta sátrapa, amerita reflexionar no sólo en el sentido de sobrevivíencía secular sino, en el sentido de defensa elemental del derecho a la vida, familia y etno nacionalismo profundo y genuino: Esto en base de nuestro fundamentalismo de ser herederos de una cultura milenaria con raíz histórica. El hecho se justifica también que en la nación altiplano de Bolivia todavía existe el problema racial, bajo el marco fáctico de opresión colonial que aun también persevera en América.

Ese racismo blanco de tendencia sectario no es un mito, menos una leyenda, evidentemente en una cruda realidad en que el mundo indígena vive frente al mestizaje perfeccionado cuya mentalidad es alienante y aculturado del mundo occidental. Estos forajidos cancerberos y gamberros de Santa Cruz, solo piensan en Nueva York y Madrid (España es su patria prostituta de siglos) adulan con soberbia de ser raza superior, por eso odian al hermano Evo Morales y los militantes del MAS que con toda libertad gobiernan el país. En el mitin del CUMBRE SOCIAL DE LOS PUEBLOS (En Lima, 16 mayo 2008) el hermano Presidente Evo Morales dijo: “Yo no mando al ejercito a matar gente sino a defender al pueblo”.

Los racistas de Santa Cruz esperan que el pueblo Boliviano autóctono y etno revolucionario se levante en la sublevación nacional de otra INDEPENDENCIA, aquí el ejército y la policía no serán ajenos a un brusco cambio como lo fue en el año 50 del siglo pasado; entonces esta costra social divagante europea respirará por la herida y gritará clamando ayuda al imperialismo de turno para que hagan el trabajo sucio de reprimir a los INDIGENAS DE BOLIVIA enardecidos que lucharan por su liberación nacional, las experiencia de las historia demuestran que este puede ocurrir en cualquier momento del agravante momento. Por mientras los curas de la religión pagana del catolicismo sigan diciendo al mundo de que en Bolivia no hay esclavitud, no hay racismo; sin embargo en sus narices los indígenas son apaleados y humillados en todas las formas de discriminación racial.

Bueno es tiempo de que la ira y la furia de las masas indígenas, con honor y valentía sea solevantada de una vez una vez para desencadenar una guerra frontal contra los racistas opresores de la oligarquía Santacruceña, también con un racismo de revancha y definitivo. Antes de un holocausto racial, la insurgencia armada indígena es el camino mas inmediato para liberar el país, que se ampara en la declaración de los Derechos Indígenas de las Naciones Unidas, donde se debe encarar también en la descolonización social, cultural y económico, sobre todo, asumiendo las realidades contemporáneas, será el rescate de nuestra Identidad milenaria, este es obligación, reto, firmeza y amplitud del etno nacionalismo Boliviano.

Este testimonio nos llama a una reflexión de armas a tomar: “Hoy siento vergüenza, vergüenza ajena por lo que mis ojos vieron en el canal ¿Giga visión?: ¿aguerridos? estudiantes universitarios humillando a campesinos en la plaza 25 de mayo ¡Vaya, qué valientes! Amparados en la muchedumbre, al grito de ¡Esto es Sucre, Sucre se respeta, carajo! Luego de golpearlos, los hicieron arrodillar, besar el suelo, renegar del MAS? yo no sé si lo que vieron mis ojos fue ?verdad?, pero esas imágenes me hicieron llorar ¿Hasta dónde hemos llegado? ¿Cuántos de esos ?valientes? serán hijos o nietos de campesinos? Por sus rostros morenos, presumo que son hijos y nietos de cholas, de esas orgullosas cholas chuquisaqueñas que se considera la aristocracia del cholaje? Sí, porque en Sucre, hasta las cholas se consideran aristócratas”.

Hermanos de Bolivia en el marco del CUMBRE SOCIAL DE LOS PUEBLOS hemos conversado mucho sobre la situación de Bolivia y su agravante racismo de VIOLENCIA EN SUCRE. Nosotros somos los cóndores soberanos de los andes y nunca acostumbramos a volar a la altura de los cuervos europeos; pues, ante el avatar de este tiempo es hora de afilar las lanzas de guerra y ser nuevamente lo que fuimos grandiosos en milenios; también existe una memoria revolucionaria que encarna nuestro apu TUPAC KATARI, pues de el no hagamos homenajes sarcásticas, es hora de empuñar el fusil con nuestras manos y relevantar la bandera de liberación; no olvidar que nuestro pueblo cayo bajo sangre y fuego, de la misma con sangre y fuego debe liberarse ¡Ahora!. De ser así los Sinshis del Tawantinsuyu estarán con ustedes y les saludo.

No hay comentarios.: